El polígrafo es frecuentemente llamada detector de mentiras y toma de una a dos horas el realizar la prueba correctamente con gran precisión. Esta herramienta utiliza los dispositivos conectados: dedo, brazo, estómago y pecho.
La prueba del polígrafo se inicia cuando al investigado se le pide que explique su versión de los hechos. Las preguntas estarán diseñadas para confirmar que la versión que ha dado la persona es verdad o no. Se le hacen varias preguntas basadas en el objetivo de la persona y se realizan en varias veces. Posteriormente, se analizan los gráficos y se llega a una conclusión para saber si una persona está diciendo la verdad con respecto a un asunto en específico.